Tu y Yo...por siempre - PARTE III

Una tarde luego de clases salimos juntos como siempre hasta el paradero, estaba ya muy nervioso, nunca antes me había declarado, enserio (no se burlen), pero no iba a darme por vencido, era el momento de hacerlo, era ahora o nunca.

- Myriam...espera - dije tomándola del hombro
- Dime - dijo volteando
- Este...yo...este - dije muy nervioso (no dije nada en realidad)
- ¿Este?, dime, ¿qué cosa? - dijo Myriam
- Myriam yo...este... - me quedé en silencio por un momento, tome aire y añadí - Myriam me gustas... ¿quieres estar conmigo?
- Este... ¿qué? - dijo Myriam un poco confundida
- Myriam me gustas... ¿quieres ser mi enamorada? - le dije
- Yo...este... - dijo muy nerviosa - déjame pensarlo, ¿sí? - añadió, se subió a un autobús y se fue.

Termine quedándome parado, sólo y un poco triste pues no me dijo que sí, pero al menos tenía esperanzas ¿no?, no me dijo que no, sino que iba a pensarlo, un poco confundido (demasiado la verdad) me fui lentamente a mi casa.

Esa noche tuve dificultades para dormir, estaba pensando en lo que había dicho ella - ¿déjame pensarlo? - esa pregunta rondaba una y otra vez mi cabeza, hasta llegué a pensar que era yo el que se había ilusionado estúpidamente y que yo no le gustaba, - ¿qué me responderá mañana? - pensaba una y otra vez, la verdad es que ni yo sé cómo me quedé dormido aquella noche.

Al día siguiente ya en el Instituto vi a Myriam, ese día no nos tocaban cursos juntos, pero como dije antes siempre nos veíamos.

- Hola...Myriam - dije nervioso
- H-Hola - respondió Myriam con un poco de vergüenza
- Dime - dije nervioso
- ¿Qué? - respondió
- Sobre lo que te dije ayer - le dije - ¿quieres ser mi enamorada? - añadí mirándola fijamente
- Este...te respondo más rato, ¿sí? - dijo y se fue

Nuevamente me dejó parado, sólo y pensativo, debo añadir que también me sentía triste - No le gusto - pensé y me fui a clases.

Toda la mañana me la pasé pensando en ella y en lo idiota que era al insistir, pero entiéndanme estaba muy enamorado de ella. Después de tanto pensar llegue a una conclusión, lo intentaría una última vez y si llegara a suceder "lo mismo" mandaría todo al carajo y me alejaría completamente de ella, por más que me duela.

A la hora de la salida la esperé en la entrada del Instituto, estaba completamente triste, pensando en lo peor, vi salir a Myriam y fui tras ella.

- ¡Myriam! - grité y ella volteó, me acerqué a ella y le pregunté - ¿ya lo pensaste?
- Este... - dijo Myriam con vergüenza
- Dime - dije

Me quedé callado, quería escuchar su respuesta, ya estaba listo para lo peor, estaba listo para mandar todo a la mierda, pero lo que escuché realmente me sorprendió.

- ¿Qué? - dije sorprendido
- Que sí, sí quiero ser tu enamorada - dijo Myriam con una hermosa sonrisa

Myriam dijo que SÍ, ¡dijo que sí!, de estas hecho mierda pase a ser el hombre más feliz de la tierra, enserio.

CONTINUARA…